Los radicales libres son átomos o grupos de átomos. Su característica, es que cuentan con un electrón que no está aparejado y que se encuentra en capacidad de aparearse. Eso los convierte en altamente reactivos e inestables.

Los radicales libres son producidos por el organismo para luchar contra bacterias y virus. Sin embargo, es necesario que sean controlados por medio de una protección antioxidante. Los antioxidantes son sustancias que liberan electrones en la sangre. Los antioxidantes son captados por los radicales libres y estos se vuelven así moléculas estables.

Los radicales libres deterioran las células, y aunque normalmente son expulsados por las propias enzimas del organismo que actúan como antioxidantes, cuando se produce un exceso de estos compuestos, las enzimas son incapaces de hacerlo eficazmente. La actividad de estos radicales que no llegan a ser neutralizados provoca envejecimiento, problemas de salud y muerte celular.

Factores relacionados con la aparición de radicales libres

-Consumo excesivo de alcohol y tabaco

-Dieta con alto contenido de grasa

-Nutrición mal equilibrada

-Exceso de radiación solar

-Ejercicio muy intenso (deportistas profesionales)

-Sedentarismo

Para reducir su presencia debemos disminuir esos factores de riesgo.  A nivel dietético está recomendado el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, con capacidad de protección frente a esos radicales libres. Los expertos en nutrición concluyen que los más ricos en antioxidantes naturales son los alimentos vegetales como frutas, legumbres, hortalizas y cereales integrales.

Otros alimentos recomendados

-Aguacates, con un elevado contenido en vitamina E, vitamina liposoluble con varias funciones importantes y que previene la oxidación de las sustancias oleosas que protegen las células.

-Las bayas (moras, fresas, frambuesas, arándanos, etc.) ricas en betacarotenos, otros antioxidantes como las antocianinas y una elevada proporción de vitamina C.

-El brócoli o brécol contiene vitamina E, C, betacarotenos y otros compuestos fitoquímicos de gran poder antioxidante como los indoles (que le dan el color verde).

Las coles verdes (repollo, coles de Bruselas, col, etc.) del grupo de las crucíferas contienen vitamina C, betacarotenos y compuestos ricos en azufre.

-Las zanahorias son muy ricas en betacarotenos y provitamina A, que protege nuestra piel de los rayos solares y sus efectos nocivos.

-Los cítricos (naranja, limón, pomelo, mandarina, etc.) presentan vitamina C.

-El té verde, cuyos catecoles reducen los radicales libres, retrasando el envejecimiento y sus polifenoles favorecen la eliminación de toxinas por presentar un efecto diurétco.

-Las uvas contienen muchos antioxidantes (taninos, antocianos, flavonoides, etc., siendo el resveratrol uno de los más potentes.

-Las espinacas contienen luteína y zeaxantina, de especial interés para la protección de la vista.

– Chocolate, en cuya composición destacaría la presencia de magnesio, alcaloides, zinc, ácido fólico y polifenoles. Se considera estimulante por la presencia de alcaloides (cafeína y teobromina) y antioxidante por sus polifenoles. Cuanto más puro, más efectivo.

-El tomate contiene licopeno, de gran interés como antioxidante. La concentración y calidad de este compuesto depende de la variedad de que se trate, su madurez, la forma de consumo, etc. Se cree que la mejor forma de asimilación es frito.

– Miel, un alimento natural en cuya composición química podemos destacar la presencia de azúcares (fructosa, glucosa, sacarosa, maltosa, etc.), proteínas, enzimas (amilasa, invertasa, etc.), ácidos orgánicos (cítrico, acético, etc.), vitaminas (grupo B y C) y minerales (fósforo, potasio, calcio, hierro, zinc, etc.) en menor proporción.

-Algas, con numerosos componentes químicos activos (manitol, algina, glicolípidos, etc. y un elevado contenido en yodo y selenio.

-Pescado azul, rico en omega-3 y 6 y proteínas. El salmón suele gustar a todo el mundo y tiene propiedades antioxidantes.

Puedes conseguir todos estos nutrientes realizando un menú adecuado. Consulta a tu médico o a un especialista en dietética y nutrición para adaptarlo a tus necesidades. Se cree que la denominada “dieta mediterránea” garantiza la ingesta de los nutrientes más adecuados y saludables.