El tacón desplaza el peso del cuerpo hacia adelante, aumenta la presión sobre los dedos y traslada los puntos naturales de apoyo. Además, obliga a modificar la postura corporal para compensar este desequilibrio, hiperextensión de la rodillas y arquea la zona lumbar afectando arda la columna. Todas las articulaciones se encuentran fuera de su mecánica natural y se generan compensaciones que terminan deformando y lesionando las estructuras músculo esqueléticas.

Llevar tacón aumenta la tensión en toda la cadena muscular posterior del tendón de Aquiles, pasando por el soleos, gemelos e isquiotibiales hasta toda la musculatura erectora de la columna. No tardan en aparecer acortamientos musculares, con afectación por compresión a multitud de raíces nerviosas que terminarán provocando dolor.

Sin duda es recomendable reducir su uso al máximo y practicar algún tipo de ejercicio de corrección postural tanto en casa como en algún centro especializado.

Muchos ejercicios y métodos como Pilates son herramientas muy útiles para conseguir cambios posturales. Existen multitud de ejercicios progresivos de movilidad, control postura y activación de los músculos profundos que sin duda aportan unos enormes beneficios.

¡Pratica Pilates y notarás la diferencia!